Me besa. Una infinita elegancia decora su urgencia. Sus labios se vuelven gruesos de tanto pasear sobre los míos. Bailan las lenguas, es un tango en la boca. No cierro los ojos del todo, me atrae mirar su barba de cerca, mientras rasguña mis poros, frotándose con intensidad de púas. Disfruto el ardor. Y lo sabe.
Se abre el telón de la función principal. Una fuerza de tractor, sostenida, nos encastra a la perfección. Comienza la danza, con una gracia inusitada de fieras que devoran su presa a escondidas. No hay palabras porque no son necesarias. Alcanza con escuchar los resoplidos, el agite en el pecho o el gemido ahogado. Las miradas furtivas. Las manos como garras, caricias penetrantes, toscas, amorosas. Animalitos salvajes que encontraron libertad en una jaula. Siento el cuerpo entero, ahora que aprieto entre mis piernas a la pieza que faltaba.
Lo extrañaba.
Se abre el telón de la función principal. Una fuerza de tractor, sostenida, nos encastra a la perfección. Comienza la danza, con una gracia inusitada de fieras que devoran su presa a escondidas. No hay palabras porque no son necesarias. Alcanza con escuchar los resoplidos, el agite en el pecho o el gemido ahogado. Las miradas furtivas. Las manos como garras, caricias penetrantes, toscas, amorosas. Animalitos salvajes que encontraron libertad en una jaula. Siento el cuerpo entero, ahora que aprieto entre mis piernas a la pieza que faltaba.
Lo extrañaba.
Me gustó mucho, logras que se sienta lo que escribís. Las palabras justas y necesarias, no exageran ni se quedan cortas.
ResponderEliminarVoy a seguir leyéndote y espero hacerlo también con lo que vendrá.
Saludos.
CS.
qué bueno. es difícil escribir en este género y lograr la temperatura justa.
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